quarta-feira, 8 de agosto de 2007

Estas galaxias parecen vecinas, pero están separadas por 900 millones de años luz

(3 de Octubre, 2002 - HST-NASA - CA) Las apariencias engañan. En esta espectacular imagen del Telescopio Espacial Hubble, una extraña pareja parece cercana, se trata de la galaxia espiral NGC 4319 [al centro] y un cuasar, una galaxia con un núcleo activo cuyo chorro apunta directamente hacia nosotros, llamado Markarian 205 [más pequeño a la derecha arriba], parecen ser vecinos. En la realidad estos dos objetos no viven en la misma ciudad. Están separados por el tiempo y el espacio.

La NGC 4319 está a sólo 80 millones de años de la Tierra, mientras que Markarian 205 (Mrk 205) está más de 14 veces más lejos y reside a un mil millones de años luz de la Tierra. La aparente cercanía de estos objetos es sólo casual.

La gran calidad de esta imagen, tomada desde el espacio, vino a resolver el enigma de esta extraña pareja, ya que por su aparente cercanía, en muchas imágenes tomadas desde la Tierra parecía haber un puente entre ambos objetos. Lo que hacía suponer que estaban físicamente conectados. Un registro de esta discusión ha quedado en esta página de La Ciencia Para Todos del Fondo de Cultura Económica de México. Finalmente vemos que se trataba sólo de un "artefacto" visual, un error fotográfico que condujo a muchos a interpretaciones equivocadas.

Nuevo:
El origen del "puente" puede ser un punto luminoso, cuya explicación aun no conocemos, que parece estar sobre el cuasar Mrk 205, este podría ser una estrella casualmente ubicada en ese punto.

El Dr. Halton C. Arp, un especialista en cuasares y autor de un catálogo de 338 galaxias peculiares, que interactuan de a dos o en grupos, alimentó esta controversia, sosteniendo que los cuasares podían ser una suerte de eyecciones de materia producida en las galaxias. La pareja NGC 4319 y Mrk 205 fue uno de sus ejemplos. Arp, que nunca eludió la controversia discutió también la idea del Big Bang como origen del Universo, defendiendo la idea de un Universo eterno y en constante crecimiento, que también defendía otro rebelde de la astronomía: Fred Hoyle.

CORRIDOS HACIA EL ROJO

Por estar tan lejos debiéramos ver a este cuasar muy desplazado hacia el rojo, es decir con un color muy enrojecido debido a su gran velocidad de alejamiento producto de la expansión del Universo, cientos de millones de km/h y sin embargo lo vemos muy brillante. Lo que estamos viendo es en realidad luz ultravioleta del cuasar que sería invisible si estuviera a la misma distancia que la NGC 4319. Esta luz UV es emitida por el chorro del cuasar y ha sido desplazada hacia el rango de la luz visible permitiendo que la veamos de un brillante color blanco. El corrimiento al rojo de la galaxia es de Z = 0.006, mientras que el del cuasar es de Z = 0.07.

En la misma imagen podemos ver un caso de una galaxia cuya luz ha sido enrojecida por su distancia y velocidad de alejamiento, se trata del objeto de color naranja que vemos bajo la NGC 4319.

El extraño nombre de los cuasares proviene del origen de su descubrimiento, los primeros fueron encontrados en los años 60s como fuentes de emisiones radiales, al buscar el origen de estas fuentes en imágenes fotográficas aparecían como objetos puntuales que se confundían con estrellas, de allí su nombre "quasi stellar objects - quasars en inglés - cuasares en español".

El modelo actual de los cuasares supone una galaxia con un formidable agujero negro en su centro donde la materia cae girando a una velocidad vertiginosa, generando poderosos campos magnéticos que crean potentes chorros por los que escapa radiación, que brilla con la energía de millones de soles. Los cuasares son los objetos más distantes que podemos ver directamente en los telescopios y vemos sólo los que tienen apuntando sus chorros hacia la Tierra.

La posición de NGC 4319 en el cielo es: AR 12 h 21m 44.0s DEC:+75º 19m 28s en la constelación de Draco, en los cielos del hemisferio norte.

Más sobre los cuasares de la página de divulgación del astrónomo argentino Sergio A. Cellone.

Más sobre NGC 4319 y Mrk 205.



DESDE LA TIERRA Y EL ESPACIO DETECTAN PRIMEROS SOSPECHOSOS DE MISTERIOSAS EXPLOSIONES DE RAYOS GAMA

Violenta supernova genera explosión de Rayos Gama (17 de Mayo, 2002 - Harvard-Smithsonian CfA - Círculo Astronómico) Los Estallidos de Rayos Gamma (GRB en inglés) son, posiblemente, las explosiones más poderosas del Universo y hasta el momento su origen había permanecido en el misterio. Descubiertos en 1967 por los satélites del Departamento de Defensa de Estados Unidos, encargados de vigilar el cumplimiento del Tratado de Prohibición de Pruebas Nucleares por parte de la URSS, fueron mantenidos durante mucho tiempo en secreto.

Actualmente, satélites científicos con detectores de Rayos Gamma, la forma de luz más energética de la naturaleza, orientados hacia el espacio en lugar de hacia la Tierra, vigilan a la espera de la ocurrencia de alguno de estos eventos. Debido a la enorme energía que transportan los GRBs, los instrumentos de los satélites tienden a saturarse, impidiendo lograr una definición clara del lugar exacto donde ocurre la explosión. Aun así sus operadores han preparado un servicio de emergencia en combinación con diversos observatorios alrededor del mundo, de modo que una vez ubicado el lugar de la explosión, observar con telescopios visuales en busca de alguna pista que permita descubrir el origen de tan violenta liberación de energía.

Debido a la distribución aleatoria de estos eventos en el cielo, provienen desde todas las direcciones y ocurren cada varios minutos, se supone que sus orígenes está en fenómenos que ocurren fuera de nuestra Galaxia, aunque esto estuvo en duda por casi 25 años.

El 21 de noviembre del 2001, el satélite Italo-Holandés Beppo-SAX, detectó un poderoso Estallido de Rayos Gamma, que fue designado como GRB 011121. Por su ubicación, en el hemisferio sur del cielo, se dió la alarma al Telescopio Polaco de 1,3 m del Observatorio Las Campanas, en Chile, donde un equipo dirigido por Kris Stanek del Centro Harvard-Smithsonian para la Astrofísica realizaba observaciones. Cambiando de programa sobre la marcha, el grupo logró detectar el resplandor evanacente del evento en la luz visible. Movilizándose con rapidez, el equipo acudió al Telescopio Magallanes Walter Baade de 6.5-metros, donde realizaron observaciones espectroscópicas. Descubriendo que la fuente del estallido estaba en una galaxia ubicada a más de 6 mil miliones de años luz de la tierra, lo que significa que ni el Sol, ni este planeta se habían formado aún cuando ocurrió la explosión que envió los Rayos Gamma que llegaron ese día a la Tierra.

Imagen: Negativo obtenido por el telescopio Magallanes-Baade de 6,5m del Observatorio de Las Campanas en Chile. Haciendo click en la imagen, o aquí, podrá ver la imagen positiva del mismo sector del cielo tomada por el Telescopio Espacial Hubble.

La vigilancia continuó, involucrándo además al telescopio Espacial Hubble de la NASA, que comenzó a observar periódicamente a la lejana galaxia. Ya había pasado una semana del estallido y la emisión óptica del GRB había desaparecido, cuando de pronto detectaron un nuevo flash luminoso. Este nuevo resplandor, que ocurre una o dos semanas después de la llegada de los rayos gamma, revela que la fuente de origen estuvo en una supernova, el estallido final de una estrella con una masa varias veces superior a nuestro Sol. La vigilia rindió los frutos esperados, pues el magallanes también pudo hacer un estudio espectroscópico de este nuevo resplandor, realizando el primer espectro de una supernova asociada a un GRB. La supernova era más azul que lo esperado y se disipó más rápido que otras explosiones estelares comparables.

El equipo internacional de astrónomos ha descubierto así al posible culpable del GRB 011121, una supernova, que fue designada como SN 2001ke, y que es la mejor evidencia que los estallidos de rayos Gamma se generan a partir de la muerte de estrellas masivas.

¡NUEVO!: (18/05/01 - ESA) Revisando los archivos hemos encontrado una información del Observatorio (Espacial) XMM-Newton de Rayos X, de la ESA, que da a conocer que este gigantesco telescopio, comprobó también que otra supernova, habría causado también un Estallido de Rayos Gamma.

Esa observación fue realizada sobre el GRB 011211, del 11 de diciembre del 2001. Era la tercera vez que este observatorio trataba de observar el resplandor en Rayos X de un GRB.

Más sobre Explosiones de Rayos Gama.



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